Todo el mundo conoce, al menos a través de fotografías, las pirámides de Egipto. Es vox pópuli que la de mayor tamaño, la de Keops, estaba considerada como una de las 7 maravillas del Mundo Antiguo y es la única que permanece en pie en nuestros días. Se trata, además, de la estructura piramidal egipcia mejor conservada y por eso, varios millones de viajeros eligen Guiza como destino vacacional cada año. Conocemos cada detalle de estas magnas construcciones. Pero, ¿habías oído hablar de las pirámides bosnias?
Yo desconocía por completo su existencia hasta que empecé a leer la primera novela de mi hermano Dany Kiruna, una ficción histórica que transcurre entre Oviedo, Ourense y Bosnia y Herzegovina, y que te recomiendo encarecidamente si es que, a estas alturas, todavía no la has leído. Lo de “a estas alturas”, lo digo porque el libro se publicó en 2017, pero aconsejo su lectura no solo por quién es el autor: creo que está muy bien ambientado, tanto que invita a viajar, y yo llevo casi dos años deseando conocer el Valle de las Pirámides de Bosnia.
¿Pero, existen pirámides en Bosnia?
Para empezar a contestar a esta pregunta, tenemos que hablar de la figura de Semir Osmanagić, el descubridor y fiel defensor, de estas misteriosas formaciones en la localidad de Visoko, a unos 24 kilómetros al noroeste de Sarajevo. Este empresario bosnio, afirma que existen 5 pirámides ocultas bajo una densa vegetación, y aunque también habla de la Pirámide de la Tierra y la Pirámide del Amor, su fundación solamente ha patentado 3: la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna y la Pirámide del Dragón.
Tras años de excavaciones y estudios, Osmanagić asegura que estas montañas con forma de pirámide, no tienen un origen natural, si no que fueron construidas por las mismas personas que intervinieron en la creación del resto de construcciones piramidales del mundo y que, la pirámide del Sol, es la madre de todas, la más antigua (más de 12.000 años) y la de mayor altura (220 metros).
Túneles, energías telúricas y piedras misteriosas
Estas supuestas pirámides se encuentran en un radio de 3 Km. Según su promotor, Semir Osmanagić, están interconectadas por túneles subterráneos y, adentrarse en ellos, produce beneficios tanto fisiológicos como emocionales. En la fotografía podemos ver la entrada al laberinto subterráneo de Ravne, a unos 2 km de la Pirámide del Sol, una red de galerías que, aunque es posible visitar, todavía está en proceso de excavación.
¿Existen energías telúricas en este lugar? ¿O la sensación de bienestar está producida por la propia sugestión? Mientras reflexionas sobre este enigma, te cuento que los bosques de Bosnia y Herzegovina esconden más secretos: cerca de la ciudad de Zavidoviçi (50 km al norte de Visoko) se hallaron unas enormes piedras esféricas de origen y propósito desconocidos, que podrían probar la existencia de civilizaciones anteriores y desconocidas hasta el momento, pues son iguales a las encontradas en otras partes del mundo como México o Costa Rica.
La polémica está servida
El rechazo de la comunidad científica es más que evidente. Repudian a Osmanagić, y critican las ayudas que el gobierno bosnio le ha ido prestando para llevar a cabo sus labores de excavación. Cuanto éstas comenzaron, en 2006, acapararon el interés de múltiples expertos en todo el mundo, pero finalmente, y tras varios análisis del lugar, la Asociación Europea de Arqueólogos (EAA) llegó a la conclusión de que se trataba de un fraude y en 2011, emitió un comunicado expresando su postura:
¿Fraude o hallazgo?
¿Estamos ante un descubrimiento milenario y sumamente importante? ¿O se trata, simplemente, de unas colinas de forma peculiar con una vieja mina debajo? Quizá tengamos que ir hasta allí para comprobarlo.
Los que lo han hecho tienen, como algunos geólogos y arqueólogos, opiniones enfrentadas, pero coinciden en una cosa: se trata de un paraje enigmático que no deja indiferente a nadie. Las múltiples opiniones vertidas en tripadvisor lo demuestran. Otro aliciente, es la posibilidad de convertirse en arqueólogo aficionado y ayudar, durante unos días, en las excavaciones en calidad de voluntario.
Estafa o no, este extraño reclamo turístico ha captado mi atención y ya lo he incluido en la lista de sitios que merece la pena conocer. ¿Y tú? ¿Te animarías a visitar este lugar? De lo que seguro tienes ganas, es de seguir leyendo, y creo que este artículo podría despertar tu interés. Y si no, muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Te leo en comentarios y me despido… ¡hasta el próximo post!